martes, 1 de julio de 2008

¡Pobre John Kennedy!

No, no voy a hablar de JFK, voy a hacerlo de John Kennedy Toole, un tipo cuya muerte no fue menos trágica que la del malogrado icono pop. El John del que hablo, como muchos sabréis, fue el autor de una obra maestra que ha inspirado a más de un cineasta y a más de diez escritores, 'La conjura de los necios', una "comedia" con un personaje principal, Ignatius J. Reilly, muy friki y muy real que se lee con distintos ojos antes y después de conocer la historia de su autor. John, que cumplida la treintena vivía con sus padres y, según dicen, había sufrido una severa represión por parte de su madre desde la infancia, escribió la novela, la envió a la editorial Simon&Schuster y le mandaron al carajo, argumentando que la obra "realmente no trataba de nada". John se sintió como un fracasado (muy típico de la mentalidad estadounidense, ese maniqueísmo 'winners' - 'losers') pilló una depresión, dejó el trabajo y en marzo del 69, mientras en algunas ciudades se celebraba la segunda primavera de la vida, él se metía en su coche, con una manguera que unía el tubo de escape con la ventanilla del conductor. Tenía 31 tacos. Tras su muerte, su madre encontró el manuscrito de 'La conjura de los necios', se lo envió al escritor Walker Percy y éste hizo que se publicara en 1980. En 1981, John ganó el Pullitzer. Moraleja: hay que pedir siempre una segunda opinión; sobre todo si la primera no nos gusta.

Aquí os dejo una foto de la estatua de Ignatius, el prota de 'La conjura de los necios', que hay en Nueva Orleans.

1 comentario:

PADRE RESPONSABLE dijo...

Què endemoniadamente bueno que es La Conjura de los Necios. No sabìa que existìa una estatua del amigo Ignatius, pero què merecida que se la tiene. Que abunden estatuas de ignatius, asì como abundadn màs las del Quijote que las de ervates... Si digo que es uno de los muy pocos libros que recomuiendo sin el màs mìnimo asomo de duda es este. No se olvida uno nunca de montones de escenas. Es una obra maestra. Yppunto. ¿Quièn habrà sido el hijo de su pìcara madre que le dijo a J.F que su libro no valìa un chivo? ¿O es que acaso nunca nadie lo leyò mientras èl viviò? En fin... Làstima que los gusanos no sean buenos tranmsmisores de mensajes para que le llevaran la noticia a este gran escritor que no vio la fama con lo que ahora se comen esos bichos...