Miyamoto Musashi (1584-1645) fue un famoso samurái de la época feudal japonesa, considerado popularmente el mejor de la historia. Quitando las leyendas que le rodean, llenas de moscas atrapadas al vuelo con palillos y nubes de enemigos derrotados en combates numéricamente injustos, algunos datos de su vida sí parecen claros: fue un chaval muy desarrollado físicamente que, tras quedarse huérfano con siete años, se crió con un tío suyo que era sacerdote; este tutor fue quien le introdujo en el arte del guerrero y, con trece añitos, ganó su primer combate contra un samurái adulto, a quien derribó y, cuando éste se iba a levantar, abrió la cabeza con un palo, dejándolo seco. Buen comienzo. A los 17 años inició su Musha Shugyo, que consistía básicamente en vagabundear durante años por todo el país buscando rivales a los que derrotar en combate, algo muy común entre los samuráis de la época. Ganó más de 60 peleas, la mayor parte a muerte, y nunca fue derrotado. Cuando cumplió los 50, se cansó de repartir leña (curiosamente, solía usar espadas de madera, porque el tipo era tan hábil que no necesitaba filos para matar a sus rivales) y, como creía que ya había aprendido todo lo posible del vagabundeo, se asentó. Jamás se casó ni trabajó ni hizo otra cosa que dedicarse a mejorar su conocimiento de sí mismo y de su técnica. La iluminación a través del Camino de la Espada. Dos años antes de morir se retiró a una cueva y en ella, sintiendo cerca el final, se puso a escribir su libro, el famoso Libro de Los Cinco Anillos, superior en muchos aspectos al Arte de la Guerra del chino Sun Tzu, con enseñanzas más aplicables a la vida moderna y favorecedoras de la reflexión. La obra se compone de cinco tratados: El Manuscrito de la Tierra, El Manuscrito del Agua, El Manuscrito del Fuego, El Manuscrito del Viento y El Manuscrito del Vacío. Su libro es leído hoy en día por muchos empresarios japoneses para encontrar inspiración y guía a la hora de dirigir sus negocios. Da muchos consejos (sé como el agua, my friend, tu espíritu debe amoldarse al recipiente en el que se encuentre en cada momento; distingue las ventajas y desventajas de cualquier asunto; percibe y comprende aquellas cosas que a simple vista no se pueden ver; no pienses en lo que el enemigo te puede hacer a ti, piensa en lo que tú le puedes hacer a él; entrena constante y mentalmente: hoy es la victoria sobre tu Yo de ayer, mañana es tu victoria sobre hombres inferiores; no hagas nada que no tenga utilidad; si una estrategia no te funciona la segunda vez que la pruebas contra un mismo enemigo, no tiene sentido intentarlo una tercera...), pero, tras la mayoría de ellos, da el mejor de todos: "Sobre esto deberías reflexionar más"; "medítalo por ti mismo"; "razona lo aprendido"... Un tipo generoso: dedicar toda una vida entera a una sola cosa para que los que lean su obra puedan aprender todo lo que sacó él en claro sin necesidad de perder más de dos o tres horas de las suyas.
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2 comentarios:
¡¡¡¡Qué bueno!!!!!
Y ahora tu lo condensas para que yo lo aprenda en menos de cinco minutos.
Hurra por el mundo moderno!!!!
En la vida de este tipo se inspira una trilogia bastante buena. El actor es Toshiro Mifune, el samurai de las pelis de Kurosawa. Creo que se llama "Samurai", muy original...
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