martes, 2 de diciembre de 2008

Stanislav Petrov, el hombre que salvó al mundo del holocausto nuclear


Por muy pocos es conocida la figura de Stanislav Petrov, el teniente coronel de la URSS que, gracias a su sentido común y sangre fría, evitó que nuestro planeta fuera destruido el 26 de septiembre de 1983, fecha del poco difundido 'Incidente del Equinoccio de Otoño'.
En aquella fecha, Petrov se encontraba al mando del búnker Serpukhov-15, el centro militar desde el que se coordinaba la defensa aeroespacial soviética. Su misión era alertar de cualquier ataque realizado por los estadounidenses, lo que daría lugar a la inmediata respuesta nuclear rusa y la consecuente destrucción total. Tres semanas antes, los soviéticos habían derribado un avión coreano de pasajeros que había invadido su espacio aéreo, matando a 269 personas, entre ellos varios americanos. A las 00:14 el ordenador del búnker detectó un misil balístico americano lanzado desde la base de Malstrom (Montana, EE.UU.) y avisó de que alcanzaría la URSS en 20 minutos. Petrov pensó que podría tratarse de un error y decidió esperar. Al poco, las pantallas le indicaron que cuatro misiles intercontinentales más habían sido lanzados y se dirigían hacia su país. ¿Qué hacer? Su deber era alertar para inicar el contraataque masivo, pero su sentido común le llevó a pronunciar una frase que nos salvó a todos: "Nadie empieza un ataque nuclear con sólo cinco misiles". Y estaba en lo cierto: los cinco "misiles" no eran sino reflejos del sol filtrado a través de las nubes que el ordenador confundió con las estelas de misiles nucleares.
Como premio a su decisión, los altos cargos del Ejército soviético le recriminaron por no cumplir sus órdenes a rajatabla y le destinaron a un puesto inferior, a la par que echaban tierra sobre el asunto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me alegro de que le degradaran. Tuvo una oportunidad de acabar con todo de una vez, y no lo hizo. Y es que hay un dicho en Rusia que dice: "Ojalá hubiera muerto cuando era un niño". Que más o menos quiere decir lo que ya os imaginais.

Julian de Velasco Tobar dijo...

Primero.... anónimo, eres un adoquín, que quiere decir lo que quiere decir.
Segundo, es alucinante toda la información que circula por ahí y no vemos.
Y tercero, ¡ole! por tu blog.